Poco probable. Poco presupuesto. Poco interés por parte de la Argentina al momento de ser ofrecidos. Si bien estos argumentos responden al punto de vista argentino teniendo en cuenta la situación económica de la Defensa Nacional que implicaría una nula inversión en el instrumento militar, con consiguientes recortes de medios y capacidades para el 2019, el titulo de este articulo responde mas bien a una necesidad (y también a una molestia) de la República Popular China en posicionarse en nuestro país.
Si nos ha llamado fuertemente la atención la imagen de portada seguramente habrá sido por ver un caza JF-17, de origen chino-pakistaní, con colores y distintivos argentinos atacando al novisimo HMS Queen Elizabeth. La llamativa imagen responde a un articulo publicado por el gigante de la comunicación china Sina.com que centra su contenido en la necesidad de mantener influencia tanto en la Argentina como en la región.
El eje informativo del articulo no pasa desapercibido dentro de un contexto rispido entre los gobiernos del Reino Unido y de China, actores de dimes y diretes en torno al Mar de China Meridional. El HMS Albion se encuentra actualmente en operaciones en la región y permanecerá durante unos 4 meses en patrulla respondiendo a la política conjunta de Freedom of Navigation (ratificada en junio entre Francia y el Reino Unido en Shangri-La).
El buque anfibio de la clase Albion ha sido objeto de acoso por parte de aviones y buques chinos el 31 de agosto provocando quejas diplomáticas por la conducta “irresponsable” de los medios chinos. Estos últimos acontecimientos han tenido su correlato desde el lado comunicacional también.
Haciendo un repaso sobre la historia argentina y la constantes crisis en relación a la moneda, el articulo chino menciona los beneficios de invertir en el país en recursos estratégicos tales como los hidrocarburos en Vaca Muerta como en Litio. A su vez repasa los acontecimientos de la Guerra de Malvinas haciendo foco en las acciones de la aviación argentina.
Desde este lugar menciona las oportunidades de negocios entre ambos países, comentando que en el futuro la Argentina no contara con ningún reactor operativo de alta performance y que dependerá exclusivamente en aviones turbo-hélice y en entrenadores subsónicos. Considera que estas restricciones podrán ser una oportunidad para la industria militar china, posicionando productos no solamente desde el ámbito aéreo, sino también en el plano terrestre y naval con corbetas, vehículos blindados y armamento ligero.
Si bien entendemos que las posibilidades de contar con armamento de alta performance se encuentra muy limitada al dia de hoy, la Argentina debe considerar en un plan serio poder contar con proveedores no tradicionales que puedan llegar a satisfacer necesidades apremiantes y a costos mas competetivos.
Ya hemos rechazado al JF-17 en su oportunidad. ¿Habrá una segunda?
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